lunes, 23 de mayo de 2011

Pero la vida, te sorprende.

En estos cinco meses, he aprendido muchas cosas. He aprendido a elegir, a reírme de mis errores, a ser mejor persona. He aprendido a querer, a quererte. 
Han sido los mejores meses de mi vida, y no te miento. Necesitaba volver a sentir algo así. Cada vez que te miraba, recordaba todos nuestros momentos, tanto malos, como buenos, y sonreía por tenerte delante de mi, cerquita, sonreía por tenerte a ti, solamente a ti. 
Estaba segura de irme contigo hacia ninguna parte, porque contigo, hasta el plan de no hacer nada, era perfecto.
Me mirabas y me decías te quiero cielo, y con eso podía vivir días y días. Sentía y veía, como el mundo se iba parando, y solo estavamos tu y yo en movimiento. Ahora me parece egoísta, pero en ese momento, era lo mejor que me pasaba en la vida. Me encantaba que me dijeras; eres preciosa. Me encantaba que me cogieras de la mano y me dieras un beso en la cabeza, siempre me decías, que bien te huele el pelo. Cuando me abrazabas, no quería soltarte, te decía, te amo mi niño... Parece mentira.. tu y yo.
Pero después de la calma, siempre volverán las tormentas... y, discursión tras discursión.. la llama de nuestra pasión se apagaba. Todas las ganas que tenía de verte, se esfumaron. Todos los planes que teníamos, me daban igual. Me sentía obligada a besarte, a estar contigo, y lo peor de todo, es que la duda de irme o quedarme ha hecho que parezca que aya jugado contigo. Y no es así, yo te juro que te quiero, pero ya no es lo mismo. Necesito un tiempo, pero es que no sé si tiene fecha de vuelta. Eres el amor de mi vida, eres todo, eres mi día a día, pero esto se está convirtiendo en rutina.  
Lo siento por todo, nunca quise mentirte, pero no puedo seguir más así. Te quiero, pero se han acabado las pilas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario